El venerable Maggiorino Vigolungo es un modelo para aquellos jóvenes que desean alcanzar la santidad a través de pequeños pasos, su frase más importante, fue también su proyecto de vida “Progresar un poquito cada día” este propósito lo mantuvo hasta el día de su muerte.
La historia del venerable Maggiorino Vigolungo comienza el 6 de mayo de 1904 en Benevello (Alba- Italia) naciendo en el seno de una humilde familia campesina, rica en fe.
Todavía niño, conoció a don Santiago Alberione y se entusiasmó con el apostolado de la buena prensa. A la edad de doce años (1916) se unió a la Sociedad de San Pablo. Se destaca por su inteligencia lista, amor por el trabajo y bondad.
Mayorino eligió como un programa de vida el progresar un poco cada día, permaneciendo fiel hasta la muerte. A los 14 años (1918), fue golpeado por una enfermedad grave, que aceptó con generosa disposición a la voluntad de Dios. El 27 de julio de 1918, murió en Benevello. Sus últimas palabras, reunidas por el P. Alberione, son: "Salúdame de mi parte a todos mis compañeros, recen por mí y tenemos que encontrarnos todos en el Cielo".
El 28 de marzo de 1988 es proclamado venerable.
Por otra parte, de la infancia de Maggiorino Vigolungo se conoce muy poco, pero estos datos dan a entender que era un niño con un gran futuro; tuvo para los primeros años de la primaria una excelente maestra, muy competente: Pierina Pusinieri. Persona estimada y recordada con gran afecto por los habitantes de Benevello. Ella dijo una vez a los padres de Maggiorino:
«Este niño les dará grandes alegrías o grandes penas, será un triunfador o todo lo contrario; se convertirá en un santo o en un malandrín, de acuerdo con la educación que reciba, de acuerdo con el camino o la dirección que emprenda».
Gracias a la buena educación y piedad recibida en su familia Maggiorino Vigolungo fue capaz de buscar la santidad y alcanzarla en una corta edad.
Oración
O Padre, gracias por llamar al jóvenes Maggiorino Vigolungo para difundir su palabra a través de la "buena prensa" y por haber inculcado en él un fuerte deseo de santidad y un gran amor para el apostolado de la comunicación social, hasta ofrecer su vida. Te ruego que glorifiques a tu apóstol en la Iglesia por la alegría y el modelo de niños y jóvenes, para que con su ejemplo puedan orientar cristianamente sus elecciones en esta era caracterizada por la comunicación global y multimedia. Y por la intercesión de Maggiorino, concédeme, Padre, la gracia que ahora te pido ... Gloria al Padre ...