LAS VACACIONES Y LOS RELIGIOSOS

La formación religiosa es uno de los proyectos más importantes en la educación de quienes desean seguir los caminos del Señor y llevar la esperanza de la venida del Reino, esto implica una preparación muy rigurosa, pues es necesario brindar una formación mental y espiritual; para ello los aspirantes a la vida religiosa deben tener una mirada amplia y crítica de la sociedad, también una mirada desde la fe y el Evangelio, así como lo señala el papa Juan Pablo II en su encíclica Fides et Ratio donde “La fe y la razón (Fides et ratio) son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad. Dios ha puesto en el corazón del hombre el deseo de conocer la verdad y, en definitiva, de conocerle a Él para que, conociéndolo y amándolo, pueda alcanzar también la plena verdad sobre sí mismo”, así lo señala Juan Pablo II en su saludo a los hermanos en el episcopado.

Por tanto, esta fe y razón se traduce en Teología y Filosofía siendo indispensable para formar futuros sacerdotes y hermanos. En la Pía Sociedad de San Pablo se suma una tercera rama, la Comunicación Social, es indispensable para poder cumplir con las exigencias de nuestra misión especial, como lo señaló repetidas veces el beato Santiago Alberione (fundador de la Familia Paulina) “Llevad la palabra de Dios a los hombres de hoy con los medios de hoy”. Al leer esto dirás que son personas que no conocen la palabra vacaciones, pero te diré que no es así. Las vacaciones aunque cortas son necesarias para darle un respiro a nuestra obra misionera y te las explicaré en tres importantes puntos:

1. Nos permite conocer otras perspectivas de nuestra misión: Te permitirá conocer que no existe un solo tipo de cristiano, sino que por el contrario, encontrarás diversidad en las necesidades que pueden estar mediadas por la cultura o alguna situación inesperada: como misioneros que necesitan materiales para un grupo reducido o alejado, como las comunidades indígenas, los presos o personas sin hogar que han perdido las esperanzas.

2. Permite conocer la realidad, mundo, la Iglesia y obtendrás ideas aplicables: Poder entender la realidad te aporta creatividad y amplia tu imaginación para poder llevar el mensaje del Evangelio y también nos enriquece, pues sabemos que esta obra es de Dios para sus hijos.

3. Rejuvenece las energías para evangelizar: Al estar siempre en una labor pensamos que hemos hecho todo lo necesario para la evangelización de las personas y nos acomodamos perdiendo, poco a poco, las energías; no obstante, conociendo la realidad nos damos cuenta que la tarea que Dios nos ha dado de anunciar su Reino y a su hijo Jesús exige todo de nosotros.

Nota: Nos permite compartir con nuestros hermanos de comunidad: Cada uno en la comunidad cumple una función esencial para la evangelización; implica que algunos deban ir a otros países o que estén fuera de los lugares comunes por un largo tiempo, para ellos las vacaciones son necesarias, ya que ellas nos permiten encontrarnos de nuevo y compartir como familia, como hermanos en Cristo.