Un encuentro que salva

En determinados momentos de nuestra vida nos planteamos interrogantes sobre nuestro ser y nuestro quehacer. Más aún, vivimos en una búsqueda constante, un deseo de plenitud. No importa qué nombre le demos a esta búsqueda: felicidad, realización personal, perfección, santidad, etc., se trata de una tensión entre lo que somos y aquello que deseamos llegar a ser. De algún modo, son las preguntas por el sentido de la existencia. Así lo expresa San Agustín: “Señor, nos creaste para ti y nuestro corazón vive inquieto hasta que descanse en ti”.

Para los creyentes, la respuesta a los interrogantes de la existencia es Cristo, el Hijo de Dios. Su vida y su persona son el mensaje por excelencia, un mensaje siempre actual. En Él se encuentra la plenitud, Él es nuestra salvación. Por eso, se define a sí mismo como “el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn 14,6). Con razón, el apóstol Pablo le dice a los Romanos: “el que cree en Él no quedará confundido” (Rm 10, 9-18).

Hacer opción por Cristo es, entonces, experimentar su amor y dejarse salvar por Él. Este video está dirigido a todos aquellos que viven esa búsqueda constante, a quienes han optado por el seguimiento de Cristo o, sencillamente, a quienes tienen necesidad de reafirmar su fe.